Una crónica que habla del pasado, pero también del hoy...
Hace 32 años, una alumna de 3er. año junto a algunos compañeros participaba de unas Olimpíadas Sanmartinianas, a instancias de su profesora de Historia.
Se adentraba en el placer de leer, estudiar, investigar, buscar, aprender. Así la historia y el pasado invadía el presente, con imágenes, con fantasmas, con sensaciones...
Los personajes toman forma, aparecen como reales, sus ideas, sus discursos, sus pensamientos... Aparece una figura central que lejos de inmortalizarse como héroe, se presenta como un hombre, con ideas, apasionamientos, posturas, que lo definen y determinan.
Con pensamiento crítico y una admiración lógica vive el cruce de los Andes con especial atención, cada uno de los detalles la asombra, cada número y cada cifra tiene una trascendencia especial. Ya había conocido los Andes y la imagen de ellos se volvía cada vez más imponente.
Pasó la instancia de la competencia, sin lograr ningún premio, sí el paso a una segunda vuelta digno y nada más...
Años más tarde, muchos... como 28, vuelve a la cordillera, para cruzarla e ir a Chile. Esas moles comienzan a impresionar su espíritu de un modo muy especial: la pequeñez humana, el sentido de la vida, la necesidad de valores que guíen la conducta y lo que uno hace en la vida, la historia como generadora de pertenencia... todos fomentando resiliencia individual y resiliencia sociocultural... para enfrentar y salvar semejantes obstáculos había que estar muy seguro de lo que se aspiraba, de lo que se pensaba y además de la capacidad de liderazgo para llevar consigo tantas almas...
¡Cómo este paisaje impone una reflexión profunda! ¡Qué importantes son los ideales, los valores, la conducta digna, el hacer con fines sanos, la solidaridad, el sentimiento de pertenecer a un lugar que permiten construirlo y reconstruirlo en todo momento para que siga siendo "el lugar en el mundo", donde las personas puedan desarrollarse íntegramente, con paz, tolerancia, esfuerzo, justicia, educación y demás valores que hacen de los hombres, seres humanos!
Hoy, un grupo cruza los Andes, entre lluvias, tormentas y algo de sol, casi nada...
¡Qué esta oportunidad permita el crecimiento, la satisfacción del pensamiento profundo que cambia la conducta! ¡Qué en el ascenso se mantenga la perseverancia y la fortaleza frente a las dificultades! ¡Qué la tarea con otros, la comunicación, los objetivos y el hacer común enriquezcan a todos! ¡Qué la vuelta, que el descenso, permitan valorar lo que se tuvo, lo que se tiene y lo que se tendrá para que pasado, presente y futuro sean felices y plenos!
¡Qué siempre podamos volver a estos lugares tan importantes! ¡Qué siempre podamos construir nuestra capacidad de resiliencia!
http://www.crucedelosandes.com.ar/
http://www.youtube.com/watch?v=sPtWAg6GP5U