29 enero 2018
Grafocaninoresiliencia, una opción nueva.
Grafocaninoresiliencia: Al mejor estilo alemán de unir las palabras, esta triple conexión no es sólo un neologismo. Es el producto de muchos años de estudio, trabajo e investigación en tres áreas que hoy consiguen conjuntarse con una base coherente y válida.
Los perros, esos seres que desde hace miles y miles de años acompañan al hombre, lo educan y enriquecen emocionalmente, lo ayudan, enseñándole lo que es el amor, la fidelidad, lo correcto, lo armoniosamente natural. Desde el mundano comentario: "el que no tiene un animal no sabe lo que es..." hasta en los últimos desarrollos de la ciencia: los avances de la Antrozoología y de la Etología, encontramos las respuestas para una relación, que tanto nos hace crecer ontogenéticamente como filogenéticamente. Las intervenciones profesionales, las terapias, los procesos de orientación o las actividades con perros son probadamente positivas y beneficiosas, tal como se manifiesta en distintos ámbitos académicos.
La promoción de la expresión gráfica en todas sus manifestaciones: la escritura, el dibujo, la reeducación por la escritura, son también una fuente de bienestar y de una autoestima positiva. Estas intervenciones y sus efectos benéficos, del mismo modo, cuentan con una sólida fundamentación académica que los respalda y posiciona como una vía regia al desarrollo personal pleno.
Si ambos recursos son aplicados bajo la mirada de la resiliencia y con el objetivo de promoverla a través del desarrollo de los mismos, la alianza aparece potenciada. Tanto la capacidad para relacionarse como la de expresarse son factores de resiliencia individual y sociocultural. Si se los promueve deliberada y ordenadamente bajo una seria supervisión profesional, el proceso de desarrollo de la resiliencia está garantizado. Las personas que inicien una orientación desde la Grafocaninoresiliencia podrán gozar de una creciente capacidad para enfrentar y superar adversidades ya instaladas y reales, y prever las que en un futuro puedan aparecer o generarse, quizás previniéndolas para evitarlas. El fortalecimiento del yo en un individuo implica encontrar recursos propios para poner en acción y descubrir formas de buscarlos en el ambiente, en una interacción constante y positiva con el medio. La capacidad de comunicarse es esencial en procesos resilientes: la apertura a nuevos vínculos con otros significativos y/o nuevos tutores es una verdadera fuente de resiliencia. Como el aislamiento y la imposibilidad para manifestarse son antipilares resilientes.
Por lo tanto, desde Espacio R se da la bienvenida a esta nueva opción en orientación, generando un nuevo "espacio" en el blog para dar cuenta de los avances, procesos, conclusiones que se alcancen en el área, para hacer una amplia difusión de la misma y para ampliar sus beneficios a más personas que estén interesadas en trabajar en pos de elevar su capacidad resiliente y vivir más plenamente, a pesar de que a veces, las condiciones son problemáticas.
En próximas entradas se avanzará en propuestas y en publicación de materiales interesantes.
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