Los trabajos académicos, las tesis, los trabajos finales de carreras, realizados como una manifestación concreta y real de la vocación, constituyen un "hacer resiliente" que es un aporte en ese proceso de co-construcción colectiva para mejorar la realidad.
El mundo académico tiene el gran desafío de penetrar en la cotidianeidad e iluminar con verdades y conocimientos la vida de las personas, no desde "el pedestal de la única verdad autorizada", sino como un trabajo colaborativo, que una teoría y empiria en producciones que sean valiosas y significativas para todos, sobre todo para el autor.
Encontrar un sentido comunitario y real a su trabajo, genera al tesista o futuro profesional, pertenencia y seguridad, para continuar con la concreción de su vocación en ese "hacer resilienete". Así la profesión sirve para profesar creencias, valores y sentidos que revitalizan a los individuos y mejoran a los grupos, instituciones y comunidades.
El acompañamiento en la producción de estos trabajos académicos es fundamental para fortalecer las vocaciones y garantizar resiliencia sociocultural. La innovación en estos procesos es esencial. El modelo GIRA, de la Resiliencia Sociocultural del SXXI, constituye una propuesta para que las tutorías sean innovadoras y resilientes. He aquí algunos de los testimonios de sus protagonistas:
1) Las emociones son encontradas: de alegría, pero también de incertidumbre, dado que te encontrás con un caudal de bagaje teórico que tenés que sistematizar y ordenar.
El rol de tutor deber estar marcado por la orientación y el acompañamiento cotidiano para estimular e incentivar el proceso de tesis, aportando material y discusión en el contenido de la misma.
Mi proceso de tesis intenta llevar adelante una planificación, respecto al cronograma, tanto en la toma del instrumento, como en la sistematización, reflexión y escritura.
Recomendaría que sea un momento de culminación de un proceso de aprendizaje, donde se pueda disfrutar, tomarse el tiempo para pensar, reflexionar y también tener en claro cuál es la meta… lo que va permitir volver al camino en esos momentos de confusión y desorientación.
Uno de los impedimentos en mi caso, fue el tema que la universidad durante la cursada de la carrera no me proporcionó las herramientas metodológicas necesarias para facilitarme el trabajo. Para que sea más placentero y satisfactorio, siempre se necesita una ayuda tanto para la parte metodológica como para la parte emocional, que te incentive a no bajar lo brazos y buscar varias posibilidades y opciones para seguir.
Acompañar al estudiante en ese momento, tanto apoyándolo emocionalmente como académicamente, es una ayuda importante, ya que en ese proceso pasamos por varios estados y está bueno que alguien te ayude a seguir adelante, a no bajar los brazos, a buscar las distintas maneras para poner en el trabajo, lo que uno quiere decir.
El tutor debe ser una persona que no presione al alumno, a la hora de marcar los errores de mala forma; sino que tiene que buscar la manera de ver las posibles soluciones a los mismos, así como también apaciguar, tranquilizar en momentos de crisis, de no saber cómo seguir con el trabajo.
En mi caso, tuve la suerte de compartir tardes eternas, acompañadas por mates que hicieron que no sea un trabajo pesado la tesis, al contrario; pude disfrutar la última etapa de mi carrera, aprendiendo, siempre gozando de buena compañía.
Les recomiendo que busquen a alguien que no les haga creer que la tesis es una tarea difícil, pesada, que, si uno no hace un tema principal, le va a ir mal. Que busquen a alguien que los apoye, que vea la manera de pensar distintos temas juntos, que logre que la tesis, uno lo haga por gusto y no por obligación, que este ahí para lo que se necesite tanto académicamente, como emocionalmente.
incertidumbre, dudas.. y al llegar a la parte final hay una mezcla de sensaciones que florecen
en un trabajo concluido, es el momento donde nos damos cuenta del camino andado, esto
implica tomar consciencia de cada día y cada instante en el que nos detuvimos a dar forma
a nuestra investigación.
Los impedimentos para que sea un trabajo placentero son la ansiedad por terminarlo y la
sensación de escasez de tiempo, es ahí donde no se disfruta. Por el contrario, si vamos
saboreando cada paso sin forzar el proceso, será una fuente de placer y satisfacción.
En ese andar donde la pasión por lo que hacemos nos estimula permanentemente también
necesitamos de la palabra del otro porque hay momentos en que nos frenan algunos
obstáculos, nos sentimos abatidos y hasta pensamos en abandonar el barco. Pero aparecen
esas personas significativas -familiares, amigas, amigos y Directora de Tesis- que nos ayudan
a remar. Son momentos cruciales que nos empujan a seguir, con ellos la tarea se hace
menos ardua.
El tutor debe estar atento en el proceso del estudiante, debe aprender a “leer” sus
necesidades, sus demandas, saber escucharlo, orientarlo en el momento preciso, guiarlo
con frases que construyan, aceptar sus opiniones y por sobre todas las cosas creer en él
dándole oportunidades de superación. Es sumamente necesario asistirlo de tal manera que
logre su independencia y adquisición de habilidades de investigación.
Mi proceso de producción de tesis pasó por los diversos momentos que desarrollé
anteriormente. Sentí el acompañamiento leal y firme de mi Directora de Tesis que logró
encauzarme canalizando todas mis dudas, mis temores y ansiedades. Su orientación fue
decisiva para llevar a cabo cada línea de mi trabajo.
A fin de que la tarea de investigación sea una fuente de satisfacción promotora de resiliencia,
les recomendaría a otros, que no lo tomen literalmente como un trabajo forzoso para
obtener el título de grado, que se tomen su tiempo en cada paso que lleva armar el mismo,
que la temática elegida para la investigación los lleve a generar más preguntas, más lectura
de material y así adentrarse con la tesis enlazándose en ella, sintiéndola como propia.
Los impedimentos para que sea un trabajo placentero son la falta fe, de acompañamiento académico, la desinformación, la poca preparación en la currícula de último año.
Lo que lo hace placentero: el acompañamiento de un tutor, la preparación previa en materias de último año, el acompañamiento de los seres queridos.
Yo considero que el tutor debe tomar un rol empático y tener un plan de acción para el estudiante.
A mí me costó mucho, necesité ayuda, la cual me dio las bases fundamentales para entender de qué se trataba una tesis y cómo poder realizarla.
Recomendaría enfocarse en la meta y nunca perder de vista el camino. Siempre, pedir ayuda.