La educación es un proceso social y humano por el cual un sujeto completa su desarrollo, ya que requiere de adiestramiento para enfrentar la adversidad, compensando la información instintiva de la que carece y que a los animales les permite encontrar respuestas frente a las situaciones problemáticas que la realidad les impone. Como ser social, el hombre debe aprender y aprehender los contenidos culturales que le permitan adaptarse al medio en el que vive a través de la socialización y del proceso educativo.
La familia es la primera célula institucional y social que permite el normal desarrollo de un individuo. La escuela es la continuadora de su tarea. Por eso, naturalmente, es el escenario ideal para desarrollar la capacidad para enfrentar la adversidad, o sea la usina de resiliencia por excelencia.
Para superar problemas de todo tipo, tender a la flexibilidad y a la apertura, en definitiva, para generar resiliencia, estos procesos de enseñanza-aprendizaje que permiten incorporar los conocimientos y desarrollar herramientas y recursos, son fundamentales. Cuando fracasan y cuando se interrumpen, la posibilidad de generar resiliencia desaparece y más niños y jóvenes son vulnerables frente a la realidad que, inevitablemente, les será cada vez más adversa. Y la sociedad en su conjunto se debilita.
El especialista Alejandro Castro Santander reflexiona especialmente sobre la escuela secundaria y el fracaso escolar. Situación que después toma otras caras: ausencias, repitencia y abandono, tan ligadas a la marginalidad social, la violencia y la delincuencia juvenil.
"Tanto el fracaso como el abandono escolar son fenómenos educativos con raíces sociales, personales, institucionales y pedagógicas que expresan un contrasentido. Por un lado, son problemas no exclusivamente personales y escolares que provocan una profunda preocupación social. Por otro, se perciben como una brasa que quema y también frustra a muchos y, que, finalmente, son aceptados como fatalidades imposibles de erradicar del sistema...
... La sociedad está inquieta, porque nadie duda de que la exclusión y marginación social, la inadaptación, la delincuencia y los problemas que tensan la convivencia posean generalmente vínculos con una escolarización problemática y resultados formativos inadecuados en el desarrollo intelectual, personal y ciudadano. Pero también es evidente que muchos sectores sociales y agentes educativos tienden a mirar hacia otro lado con tal de que a ellos no les roce...
... El desafío consiste en replantear su sentido y su objetivo, de modo que, frente a un alumno con dificultad, se debería reconsiderar la pertinencia de las propuestas de enseñanza y ofrecer nuevas oportunidades de aprendizajes. No tenemos propuestas alternativas de enseñanza, y convendría avanzar hacia el desarrollo de espacios y prácticas positivas que den respuestas educativas distintas a alumnos diversos."
Artículo completo en:
http://www.elsolonline.com/noticias/view/abandonar-la-escuela-secundaria
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