Adversidad
Lo que daña, potencial o realmente. Está
conformada por los factores de riesgo. En un proceso de Resiliencia, a este
conjunto de factores, se le oponen los factores de Resiliencia y son el
resultado de la interacción dinámica que se da entre el individuo y el medio.
“...cuando faltan los libros u otras representaciones,
cuando la sociedad no propone transposiciones positivas de lo real, sino
televisores y grandes superficies, entonces-como sugiere Víctor Hugo-
la delincuencia es una consecuencia lógica, pues se
convierte
en la única realidad posible inmediatamente
sancionada,
y por tanto reconocida, de los Miserables...”
Gianfrancesco, A. “¿Una literatura de Resiliencia? Intento de
definición”, en Manciaux, M. (comp.), “La Resiliencia : resistir
y rehacerse”, Ed Gedisa, Barcelona, España, 1ra. ed., 2003. Pág. 35.
Factores de riesgo o de adversidad
Conjunto de factores de naturaleza
multicausal que provocan trastornos de distinta índole. Las causas de
adversidad nunca son únicas: los factores se presentan interactuando entre
ellos y elevando las posibilidades que se inicien perturbaciones de distinta
índole o que se mantengan en el tiempo ciertos problemas o disfuncionalidades. La
incidencia de estos factores genéticos, psicológicos, sociales y situacionales
se modula a través de la conducta.
“Superar problemas genera s
alegría y optimismo. Es importante reconocer cuáles son situaciones
problemáticas, cuáles son dilemáticas y cuáles forman parte de lo que se puede
entender pero que no se puede cambiar. La vida institucional esta llena de
estas tres situaciones:
Los problemas se plantean en
todas sus posibles aristas y se buscan las soluciones. Forma parte del problema
la solución, si es problema tiene solución, a menor o mayor plazo pero existe
una instancia superadora. Las situaciones dilemáticas se caracterizan por su
rigidez, por su falta de matiz y cualidad. No contemplan intereses diversos y
llevan a opciones más que a elecciones. No son situaciones que se superan o
resuelven sino que se “salvan”, se
saltean , se pasan. No generan aprendizaje y solo se percibe un cierto nivel de
alivio con su culminación.
Hay otro tipo de situaciones,
las que se pueden comprender pero que no se pueden cambiar, que es importante
saber reconocer. En estas situaciones no hablamos de resignación, sino de
aceptación. Aceptar que están, que existen, que no dependen de nuestra voluntad
ni de nuestras decisiones, pero que nos afectan, forma parte también del
proceso grupal e institucional. El reconocer los límites, no caer en la
omnipotencia ni en mesianismos evita sentimientos de impotencia y frustración y
favorece el autoconocimiento y el reconocimiento de la tarea y en la tarea.”
Silvia Braida, Directora de la Escuela de Psicología
Social Quilmes.
Fatalismo
Actitud pasiva de inermidad de un individuo
o una comunidad frente a la desgracia, uno de los antipilares de la Resiliencia comunitaria.
“El hombre no queda
determinado por sus experiencias como víctima, ni está llamado a la resignación
de permanecer en el sufrimiento injusto. El hombre al ser su propio
determinante, necesita ser educado para la libertad. Y continuamos entusiastas
esforzándonos por la educación, porque confiamos en que a través de ella aún
podemos hacer milagros.”
Castro Santander, A., “Violencia silenciosa en la escuela”, Ed.
Bonum, Bs. As., 2008, Pág. 125.
“La resiliencia
es la capacidad de tener éxito de modo aceptable
para la sociedad,
a pesar de un estrés o de una adversidad
que implican
normalmente un grave riesgo de resultados negativos”
Vanistendael, 1996.
Manciaux, M., Vanistendael, S., Lecomte, J., Cyrulnik, B., “La Resiliencia : estado de
la cuestión”, en Manciaux, M. (comp.), “La Resiliencia : resistir
y rehacerse”, Ed Gedisa, Barcelona, España, 1ra. ed., 2003. Pág. 25.
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