17 noviembre 2017

Salud, educación... resiliencia sociocultural.

                              ¿Salud y Educación? O  ¿Educación y Salud?

Derechos fundamentales en todo niño, niña y adolescente. ¿Siempre se cumplen? ¿Por qué?

Pensar la infancia, como una etapa del ser humano, desde su nacimiento hasta la pubertad, nos lleva a reflexionar sobre  Salud  y Educación como dos Derechos de todo Niño, Niña y Adolescente, esenciales y absolutamente complementarios.

Si consideramos a la Salud como el pleno equilibrio físico-biológico, psíquico y social del niño, cualquier alteración, puede ocasionar la irrupción de una enfermedad, la cual según el diagnóstico, pronóstico y tratamiento, puede causar consecuencias en el normal desarrollo físico y emocional.
 
La Educación es  una parte esencial del normal desarrollo de todo niño, niña y adolescente, tratando, a partir de la implementación de la Escuela Hospitalaria y Domiciliaria, de minimizar las consecuencias negativas que puede generar la hospitalización por una patología.

Tener presente que el niño hospitalizado al igual que su familia, sufre un desarraigo social y cultural, al ingresar a un ambiente nuevo, ajeno y extraño donde deberán permanecer hasta el, diagnóstico, tratamiento  y alta médica, con continuidad evolutiva ambulatoria o definitiva.

 El Docente Hospitalario y Domiciliario, es el nexo esencial entre los profesionales de la salud intervinientes, la familia, el contexto social de pertenencia, hacia el logro de la futura reinserción del niño, niña o adolescente a su comunidad educativa de pertenencia. El paciente-alumno, tiene la posibilidad de descubrir sus nuevas habilidades y potencialidades hacia el logro del conocimiento a adquirir, a través de la propuesta pedagógica planificada, de acuerdo a sus necesidades, rescatando en todo momento los aspectos sanos del niño, niña o adolescente y su entorno familiar.

El contexto hospitalario se puede convertir en un lugar de aprendizaje, de nuevos vínculos, de tolerancia hacia la diversidad cultural, de descubrir las nuevas posibilidades de aprendizaje, de autoconocimiento, de proyectos, de nuevas metas y logros.

El niño, niña o adolescente, debe ser tratado de manera integral,  interdisciplinariamente y multidisciplinariamente al ingresar al hospital. En éste abordaje, la figura del Docente Hospitalario, forma parte del equipo de profesionales que, de manera subordinada y coordinada con el equipo de salud, de mutua comunicación y respeto, garantizarán el pleno tratamiento del niño, niña o adolescente, como pleno  Sujeto de Derecho.

El niño, niña, adolescente, priorizando las nuevas posibilidades sobre el déficit, aprenderá  una nueva manera de ser, aprender y hacer, incluyendo desde educación a la familia como esencial en todo proceso de enseñanza-aprendizaje. En ella radica la responsabilidad de brindarle al niño la continuidad del tratamiento ambulatorio, controles periódicos, medicación, etc.

Como padres y educadores, debemos conocer y hacer respetar los Derechos de los/as Niños/as y  Adolescente Ley N° 26.061,  los Derechos del Niño Hospitalizado y la Ley Nacional de Educación N° 26.206 (2006), la cual establece en el Capítulo I, Artículo 2 que […]”la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizado por el Estado”, como así también las leyes provinciales.

La Ley N° 26.206 de Educación Nacional, establece entre sus objetivos Artículo 11, “Brindar a las personas con discapacidades, temporales o permanentes, una propuesta pedagógica que les permita el máximo desarrollo de sus posibilidades, la integración y el pleno ejercicio de sus derechos”.

En el Capítulo XIII se incorporó como modalidad la Educación Domiciliaria y Hospitalaria, en todos los niveles del sistema educativo obligatorios: Inicial, Primario y Secundario […]”destinada a garantizar el derecho a la educación de los/as alumnos/as que, por razones de salud, se ven imposibilitados/as de asistir con regularidad a una institución educativa… por períodos de 30 días corridos o más.”

En la CABA existen Escuelas Hospitalarias, dada la alta complejidad en pediatría, referentes nacionales e internacionales, en el tratamiento de niños/as o adolescentes que ven interrumpida su salud, con diagnósticos complejos y en ocasiones largas internaciones.

¿Qué ocurre en el interior de Buenos Aires? y  ¿En el resto de nuestro país?
 Existen Jurisdicciones o Distritos Escolares que intentan garantizar el Derecho a la Educación de todo niño/a o adolescente enfermo, hospitalizado o con reposo  domiciliario. Con mucho esfuerzo y una demanda creciente, el personal docente  no llega a cubrir las necesidades de la población en edad escolar obligatoria, que requiere continuidad pedagógica por una enfermedad prolongada.

Creo que existe un largo camino por recorrer, como padres y docentes, no podemos dejar de considerar la legislación vigente y su  puesta en práctica, garantizada por el Estado.

Pensar Salud y Educación como Derechos complementarios y esenciales hacia el logro de seres humanos plenos, ya no es una utopía. Como adultos con intervención directa en niños, niñas y adolescentes, padres y educadores, debemos solicitar en caso de necesidad, el pleno respeto de

Derechos garantizados por leyes vigentes.
Juntos, podemos hacer  la diferencia, de nuestros  niños,  niñas y adolescentes, que les toca atravesar una situación de enfermedad.

Agradezco infinitamente a la Fundación Garrahan, pionera en el país y en el resto de América Latina, en la formación en Pedagogía Hospitalaria y Domiciliaria, siendo recientemente Diplomada en Pedagogía Hospitalaria y Domiciliaria, diciembre de 2016. Hacia una Educación inclusiva e integradora.

Débora Flores. 
Profesora en Historia y Ciencias Sociales. Diplomada en Pedagogía Hospitalaria y Domiciliaria. Profesora en la Escuela Secundaria N°31 de Esteban Echeverría. GBA.

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