26 febrero 2023

Cómo vibrar en RE: Tejer desde la #ResilienciaEcosistémica

 Tejer y tramar no es una actividad más. Ser tejedora o telera no es un oficio más. Implica una actividad compleja, donde se ponen en juego cuerpo, mente y alma. Se toca no sólo con las manos, el cuerpo danza, el alma se extasía y la mente medita. Las percepciones, las sensaciones, las intuiciones, los pensamientos, los sentimientos, las emociones, los valores se entretejen en cada punto, con cada hebra, con cada hilo de la urdimbre o de la trama.

Cuando Espacio R se transformó en Espacio R Tramas, pude conjugar muchos elementos de mi vida: la Resiliencia Ecosistémica, la Agroecología, el Triple impacto y los tejidos. Esta #hacerresiliente me permitió disfrutar de más de tres impactos (social, económico y ambiental), facilitó que todo lo que expresé en el párrafo anterior tomara forma en tramas. En cada una de ellas lo que sé, lo que siento, lo que pienso, lo que sostengo, se entreteje y aparece en un tejido. 

Y por qué unir todo? Porque la coherencia nos ayuda a mejorar. Saber sobre Agroecología, no sólo me trajo más admiración por mi hijo y por las nuevas generaciones que llegan para interrogarnos sobre lo que hicimos y hacemos, sino que me facilitó darle forma a la Resiliencia Ecosistémica y relacionarla con otros conocimientos otorgados por otras fuentes y actividades como el Triple Impacto. Entonces "hacer" era imperioso, "hacer con pasión, placer y compromiso" es urgente. 

Tejer siempre fue una fuente de alegría, una forma de regalar a otros no sólo prendas sino de regalar mis sueños y esperanzas. Pero qué mejor que hacerlo desde el compromiso ambiental y el consumo responsable. Así decidí empezar a tejer con hilados naturales, en lo posible producidos agroecológicamente: lanas naturales, hilados de algodón puros y agroecológicos. Tocar, sentir, ovillar, urdir, tejer y tramar con estos hilados me llevó a sensaciones únicas y nuevas. Y a decidir no volver a atrás. Tejer con hilados sintéticos ya era un placer, pero saber que esa lana provino de un animal alimentado y cuidado por otras personas, que lo vieron nacer y crecer; que otras personas hilaron esa lana, que la tocaron y que pasó infinitas veces por sus dedos y por sus almas, que otras almas las pensaron en colores y que la tiñeron naturalmente con plantas, flores y tallos, que también son expresión de vida... no tiene precio ni valor. Tramar con hilados de algodón que fue producido agroecológicamente por comunidades culturalmente integradas con valores humanos y ambientales, es también invalorable. Tejer con ellos es conectarse con todo eso.

Por eso, si pienso en hilados sintéticos, no quiero ir a comprar nuevos, con el excesivo gasto de recursos naturales que implica su producción. Prefiero re-utilizar y reciclar, no reducir su consumo, sino eliminarlo. Prefiero comprar hilados recuperados y procesados por personas y grupos comprometidos con la realidad. Por qué no deshacer tejidos no usados y volver a revalorizarlos en una bella urdimbre? Así destejiendo, lavando, armando madejas, ovillando esas viejas lanas sintéticas, siento que estoy haciendo algo por el ambiente, por el ecosistema... por nuestro ambiente, nuestro ecosistema. Así concretizo mis valores, conocimientos, sentimientos y deseos en objetos útiles y tangibles.

Así, que después de vivir intensamente todas las etapas del proceso (sueño, diseño y producción) del tejido, veo en esa trama una parte esencial mía y una parte esencial del mundo, me entretejo con él, con sus necesidades y sus urgencias. En cada proyecto hay mucho: desde el bautismo, desde la elección de su nombre hasta su finalización, en cada hilo, en cada pasada, en cada punto hay elementos que pueden presentirse y sentirse: la fuerza de una cordillera, el infinito del mar, la urgencia de un volcán, la calidez del sol, el poder de la nieve y la fertilidad de la pradera. 

Por eso tejo, por eso tejo con hilados naturales y reciclados, por eso creo que cuando tejo, me entretejo con otros y con la naturaleza, con el mundo, con nuestro mundo. Por eso cada manta, cada chalina, cada mantita de bebé, lleva algo más: un nombre, sueños, esperanzas, tiempo, minutos y horas de reflexión y meditaciones, pensamientos, deseos... y un poquito de mi alma, que quiero irse y volar por otros lados y vivir otros destinos, pensando que no todo está perdido.

Por eso las muestro, las cuento y las ofrezco en mi otro blog: 

https://catalogo-espacio-r-tramas.blogspot.com/

Así tejiendo desde la Resiliencia Ecosistémica, vibro en RE. 

https://music.youtube.com/watch?v=tjaz73Bn3WA&list=OLAK5uy_lOHq5uQ5LuQxVAq6RPT0Ky4G_2UuPP_fc     

  Cuerpo y alma (Pedro Aznar)

Alma al aras alas que pasan

Del ave que en vuelo anda

Ama el alma en mantra

Alma del lugar noche y fogata

Hazte luz y el fuego en llama

Llama al alma y canta

Canta y ama vive en cuerpo y alma

Sol de la naturaleza llama

Alma que al tramar tramas en mantras

Haz que el luz aves alas as

Salve al cuerpo y alma

Alma nombre a Dios o al que es amigo

Fiel en sí y a uno mismo

Voz del cuerpo y alma

Pensamiento y ama el alma en mantra

Que en el cuerpo un templo guarda al alma

María Gabriela Simpson

    

15 febrero 2023

Como siempre los "...ismos" matan al #pensamiento crítico.

La Resiliencia Ecosistémica (RE) toma como de la Resiliencia Sociocultural del SXXI la idea de la Re-Evolución: una evolución resiliente es aquella que desde un proceso de interacción dinámica entre las personas y el entorno, logra el Co-desarrollo de promotores personales de resiliencia (PP) y la Co-transformación del contexto desde los promotores socioculturales de resiliencia (PSC). 

Entre los promotores personales de resiliencia, se encuentran: la consciencia corporal, la energía activa, el pensamiento/raciocinio, la plasticidad creativa, la identidad constructiva sólida, la gestión de emociones, la autonomía, la empatía, el humor, las habilidades sociales y talentos, el compromiso, la prospección y la espiritualidad y la búsqueda de sentido. De los cuales el pensamiento crítico, la razón aplicada e independiente, es esencial. 

No puede darse ningún proceso de re-diseño resiliente sin la capacidad para pensar críticamente la realidad, sin poder aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea de la misma. El pensamiento crítico garantiza la construcción de una identidad sólida, la autonomía, la gestión de emociones y es la base para la promoción de todos los PP. 

De la misma manera es esencial que el contexto sociocultural lo promueva, lo sostenga y lo considere imprescindible. Por eso, para la RE entre los factores socioculturales que generan resiliencia hay que promover: el desarrollo humano integral, espacios socioculturales innovadores, la identidad cultural, la pertenencia, los espacios expresivos, instituciones proactivas, distintos facilitadores de resiliencia, la conciencia colectiva y la solidaridad. En todos ellos, también la razón libre es indispensable, irreemplazable.

Pero, analizando el presente y el pasado de nuestro país, la Argentina, no se lo considera un bien a promover. Es más, de acuerdo a los hechos de la realidad, de hoy y de ayer, muchos trabajan y se esfuerzan para que desaparezca. Las políticas de distintos ámbitos así lo marcan, sobre todo en el área de la educación, en la que los procesos de aprendizaje no están ni estuvieron tratados como corresponde, para que sean los que promuevan resiliencia y pensamiento crítico.

Desde el nacimiento de nuestro país como intento de nación, allá por 1810, los "...ismos" nos empezaron, no sólo a dividir, sino a enfrentar en posiciones antagónicas, opuestas y ajenas a un diálogo productivo entre los que no comparten ideas ni miradas. Nunca se pudo articular con los "otros" en una sólida co-construcción. Los "...istas" de la vereda de enfrente, siempre son la oposición, siempre son el enemigo, siempre son la antítesis. Así es imposible llevar a cabo ninguna cooperación, ni aunar proyectos conjuntos de país o modelos de sociedad a alcanzar como metas colectivas.

Todos los "...istas", de todos los colores, de todas las posiciones, no tienen dentro de sí la vocación de construir colectivamente. Todos, pero todos, los "...istas" hablan con un discurso cerrado, con un relato súper estructurado en el que no habilitan ni el debate, ni el disenso, ni las dudas. Todas sus expresiones están armadas desde una ideologización fanática que deja afuera a aquel que quiera cuestionarlas, considerando como una afrenta la pregunta. Y por supuesto, que no hay "...istas" buenos ni "...istas" malos, todos son militantes de discursos y de ideas vacías que no provienen de una elaboración propia, razonada y elaborada con autonomía y fundamentos sólidos.

Para el poder reinante y los poderes en disputa, los sectoriales, los que ya están consolidados y los que quieren construirse, los "...ismos" son la materia prima de su constitución. Y los "...istas" personajes súper precisos, necesarios para repetir una y otra vez el guión de la puesta en escena, pensada y elaborada por otros, nunca por ellos mismos.

Por eso, los "...ismos" matan al pensamiento crítico, para que ninguno de los poderes pueda ser evaluado, valorizado, criticado y juzgado desde la autonomía de la razón de los demás, quienes siempre es más útil considerar como enemigos. 

Así, los poderes y los poderosos de distintos "...ismos" son funcionales entre sí y en el fondo, se cuidan mutuamente, dejando que los "...istas" luchen y se embarren en lo bajo, sin gozar de ninguno de sus beneficios, sin derechos ni garantías, sólo con la idolatría y la antipatía como banderas.

En el medio, sufrimos y padecemos, los que sí queremos ejercer el pensamiento crítico, co-construir con los que piensan distinto, co-transformar esta realidad, co-elaborar una esperanza optimista... en definitiva, los que queremos Re-Evolucionar con otros, en un NOSOTROS que no sea una masa. 

Hace tres años era así, hoy es así, mañana será así si no nos educamos, sino aprendemos, sino crecemos.

María Gabriela Simpson      

       





07 febrero 2023

Annie Stein: Tapiz.

Tapiz. Annie Stein.

 https://www.youtube.com/watch?v=zdt_utSKWu4

Si supiera coser, bordar, tejer,

entrelazar telas o hebras de distintas texturas

buscaría en lugar de esta hoja, una sábana de algodón.

Lienzo gastado, zurcido, lo teñiría de colores...

algún sector verde fuerte o del color de las casuarinas

otro de un celeste muy pálido, lila mejor

con tintura de flores de jacaranda.

En el centro de ese lienzo deslizaría en verticales 

un pincel cargado de pintura púrpura,

que quede con relieve cada trazo

que chorreen,

sobresalgan de la suave superficie

algunas partes de la tela,  no muchas, sin pintura.

Se podría pensar que son manchas, pero no...

es lo mismo una mancha que una zona a la que el pigmento 

o algo o alguien no llegó.

Hay que tratar con cuidado esos espacios

dejar que se acomoden, sé que a veces los vacíos 

toman forma cuando el alrededor está poblado,

como las medias o algún guante sedoso o áspero,

moldean los abismos que alguna ausencia pudo haber dejado.

En el costado derecho de la tela, filas de botones,

 paralelas y cercanas como puntos suspensivos...

podría ser que alguna fila continuara

más allá del vértice inferior en una

intersección hacia el borde del paño. 

Botones de camisa, de vestido, botones de pasta, de madera, 

de bronce en chaqueta de gala...

también ese color verde turquesa

con un lado despejado que habrá sido de un solero de gross

y botones de saquito de bebé esos que son como pastillas,

serían de color amarillo patito 

para bebés que podrían aún no haber nacido...

rastro del tiempo en que no había ecografías 

y se tejía en blanco o amarillo.

Junto a la fila de botones, un resto de lana 

de la que llaman nube esponjosa y mullida,

para hacer ese ovillo tan pequeño,

hay que tomar la lana y enrollarla en cuatro dedos, 

exceptuando el pulgar de una mano...

si queda una colita de la lana se hace con ella un nudo 

alrededor de lo que parecería una cinta de Moebius 

o un símbolo infinito...

así se guarda con una tarjeta de cartulina indicando cuánto...

15 gramos...

adecuado para recordar que hubo y habrá manos,

esperando hijos, nietos, sobrinos.

Un sin tiempo expansivo y condensado en un resto de lana.

Como quisiera que no fuera necesario en la fila de botones

agregar algunos rotos o partidos.

Sin puente que sirviera para pasar el hilo y sostener

Como quisiera que no fuera necesario

incluir lágrimas colgadas de alfileres de gancho...

sería incompleta si no hubiera  además

alguna formas ovoides como bocas abiertas en un grito.

Hace falta que deje aquí aclarado que a veces gritamos sin un gesto,

o al desnudarnos bajo el agua de una ducha, enmudecidas.

Serían agujeros en el lienzo...

Me gustaría aplicarle plumetí, organza, tul... de trama muy abierta 

o un trozo de cáñamo...

que queden cubiertos, pero traslúcidos.

Alguien habrá seguramente que pueda comprender qué significan los hilados.

Hubo un tiempo en que me hubiera sido necesario señalar que quede claro,

quiénes de mí fueron nacidos.

De algún modo, apartarlos de la fila de botones.

Parecería que ahora no, hoy, es adecuado que allí estén ellos

entre tantos como entre tantas pude encontrarme también yo.

Lo que sí me gustaría es conseguir algún hilo invisible imperceptible,

no un hilo elástico... uno de perfume si lo hubiera

para ser un hilván flojo donde sea.

Podría tener cerca el aroma de la abuela.

Será bueno recordar que el método de enrollado, sirve también para avisar.

Piolines de esos blancos con los que se anudaba la caja de la pizza,

los que no deben faltar en el primer cajón de la cocina,

junto junto alguna hoja de papel madera o blanco

tan útiles para poner el pan rallado

cuando se hacen milanesas 

o dejar caer la harina tamizada en forma de volcán...

o el hilo sisal, ese ya no se usa tanto. 

Pero ojalá quede algo

de cuando el zapatero empaquetaba los zapatos renovados, media suela y taco.

Algún aviso de esos, si los podría colgar

tal vez del margen inferior derecho,

sugerir un lugar al que los botones.

Podrían llegar sobre la mitad izquierda del gran paño,

una a continuación de la otra, cinta al bies, pies cinta de gross, de terciopelo...

seda falletina, cinta hilera o alargada...

algún resto de ese galón, zig zag color azul del delantal cuadriculado...

entredos o broderías...

formarían un laberinto que debe tener al menos una salida.

Podría haber también algún resto de

cinta de máquina de escribir de dos colores negro y rojo,

entremezcladas con las cintas, 

hebras colgando de seda fina, de té azafrán,

tabaco, cabellos de Ángel... 

algunas de madera muy flexible que no se quiebre,

aunque la doble con fuerza...

hebras de yute, cabos de amarre

y por delante sin taparlo, pero de modo de dejar de lado el entramado,

podría extender alguna o varias muselinas.

No haría falta bordar las instrucciones.

Buscar la salida, la buscamos, la busqué...

aún sin darnos cuenta o sin lograrlo.

Podría ser que hubiera en uno o varios corredores de ese laberinto 

telas de araña.

Una tela de araña se crea para atrapar y

que la tejedora sin esfuerzo vacíe, lo atrapado de todo contenido,

hasta que sólo queden cáscaras.

Se vale de una clase de veneno que paraliza la víctima.

Hay muchas telas donde quedar atrapado

o muchos procederes que paralizan con el tiempo o con la lluvia...

la tela pierde sus propiedades adhesivas, 

el tejido queda inservible y puede ser que

gotas de agua queden adheridas a los hilos de seda espiralados...

puede ser que las hebras o los cabos

sean las lianas de las que podamos sujetarnos antes de pegar el salto.

Me detengo en este punto,

veo, veo que hay en esta página un bosquejo de tapiz,

al verlo presiento que sería mejor en lugar de un laberinto,

disponer de más de uno.

Es que a veces encontramos la salida y

la marcha recomienza algunas veces, 

en un lugar menos intrincado...

algunas veces en otro sin respaldo...

sería como un tren de laberintos,

pasaríamos de vagones, 

cambiaría el paisaje alrededor.

Podría ser que recorramos alguno de la mano de un otro,

que al pasar de laberinto, liberamos...

o que no sea de la mano el recorrido, todo lo contrario.

Buscaría bordar hilo de anhelo o de quimera,

esas palabras que se atropellan en mi cara

arbitrariedad, envidia, exceso,

aprovecharse, maltrato...

Como una ola inagotable están, 

a pesar de que quisiera que se acaben.

De lado a lado atravesaría este tapiz imaginario,

con el galón bordado,

aguardaría el estrépito sonoro del derrumbe de tantos laberintos ocupados,

con tanto, tantas, tantos, que quedan atrapados,

que más que hacer que intentar tenderles una mano.

Por eso en el tapiz habría golondrinas,

lo encuentro necesario.

Aunque sea esa vez,

lo máximo que he logrado en el dibujo de pájaros...

una bandada ondulante en el vértice superior derecho...

algunas volarían por fuera de la de la otra,

sembrarían en ese cielo verde la cadencia de su canto,

el color verde de la tela está por allí arriba.

Podrían nutrirse entre los pliegues con perfume de los cipreses en otoño,

espuma del océano, cenizas o rumor de arroyos y aire seco

dejarían sus huellas aperladas en la arena.

En el exacto centro sobre las pinceladas rojas, 

quisiera disponer varios círculos concéntricos 

de botones blancos y antiguos, 

los podría coser con hilo de color azul...

 usaría las seis hebras 

y aún no me decido si punto cadeneta o punto tallo.

El bordado sería como rulos, 

podría enroscarse al laberinto, 

abrazaría aves, agujeros...

podría servir también de puente entre

las telas de araña y los pájaros.

Me gustaría que el lienzo en su contorno tuviera ojales,

buscaría lanas lana rosa de angora, lana cobre oscuro, beige, roja,

verde, azul eléctrico, de oveja, de llama teñida y de colores naturales,

hasta de cachemir de vicuña, si es que encuentro,

bien hiladas...

algunas, otras que parezcan vellones recién esquilados,

serían esferas perfectas,

parecerían bolas de nieve o adornos navideños,

Para hacer esos ovillos hace falta

contar con dos manos extendidas en el aire paralelas,

si esto no fuera posible se puede hacer,

con el respaldo de dos sillas...

no... ninguna silla puede reemplazar dos brazos extendidos...

Haría un hueco en el suelo y lo dejaría allí un par de meses,

que la tierra se ocupe de cambiar los colores,

que conforme otras trazas, 

deje su huella dibujada... lo transforme, lo envejezca.

Recién pasado el tiempo, con el lienzo bajo el brazo y las lanas,

caminaría por la sierra, extendería el lienzo entre espinillos,

encendería abanicos en las ramas,

aún en la quietud que ondule...

aprovecharía el instante para aplicar un bolsillo de fuelle,

dejar caer dentro un libro de poemas,

semillas de olmo, empanaditas bordadas de seda

dijo alguien una vez al escuchar que las nombré, de hojaldre.

No guardaría un Cóndor, solo su vuelo 

y el brillo de la mica. 

El extremo de alguno de los ovillos lo pasaría por los ojales del tapiz 

y desde allí que el resto de lana cuelgue...

no todas las lanas por los mismos ojales,

ni todos los ojales con las mismas lanas.

Es el modo que encuentro en mi ignorancia 

para dar una idea de sin límite,

crearía espirales, quedarían entrecruzadas...

tal vez el viento o el transcurso de los días 

los irán desovillando...

recién en ese momento decidiría si vuelvo a hacer ovillos 

con las lanas o si las dejo así desenrolladas...

De distintas direcciones llegarían mujeres completamente nuevas vestidas

con una malla del color de la piel, 

vistas desde lejos parecerían desnudas...

18, 30, 45, 53, 71... no importa cuántas, 

no importa las edades...

sería una invitación a algún remanso,

replegar el tiempo, hacerlo uno indivisible, amado...

enroscarse en alambre, indagar en espejos.

Atolondrada alguna, podría confundirse o

buscar envuelta en los alambres, agarrotada, entumecida,

con sellos en la mano bajo la lluvia,

antes esconderse, separarse, juntarse... 

si hubiera barro podrían patinar, 

se cubrirían con tela, la extenderían, 

en alguna detención, podrían contemplarla,

con lo que encuentren, jugar...

alguna podría llevar entre sus manos mariposas y una luciérnaga de tul,

después de danzar hasta cansarse, 

se dejarían envolver por los reflejos, las luces y las sombras,

como un fruto partido en dos mitades, una cáscara en desuso...

quedarían los restos del alambre en un costado. 

Entonces lo llenaría de lana, con nudos, primigenia.

Si ya hubiera llegado a los 70 para el momento de extender este tapiz, 

él estaría cerca...

hay unos hilos que sostienen mi quehacer con su mirada.

Aunque cerca en ese tiempo fuera muchos kilómetros de distancia

estaría aprendiendo me parece, cómo es vivir de esa manera...

entre los dos, podríamos colocarlo desde el centro, 

me gustaría deslizarnos por debajo, la luz reverbera en los botones

en un escenario que podría ser cualquiera...

confundirnos con el sonido de los chelos,

permanecer, verter el aroma del bordado en la raíz del espinillo,

en el aire quedaría trémolo, el perfume del tapiz.

(Transcripción personal)

https://www.youtube.com/watch?v=zdt_utSKWu4

06 febrero 2023

#AlgodónAgroecológico #ProducciónResiliente #ConsumoResponsable

 El #Tripleimpacto propone pensar en todos los aspectos que una acción humana implica, sobre todo las realizadas por las organizaciones, instituciones, empresas, emprendedores. Sintetizando, los impactos pueden englobarse en tres: económico/financiero, social/cultural y ambiental. En definitiva, todos nuestros haceres impactarán en ellos. Pero cuando se realizan actividades económicas y productivas, es urgente y necesario tomarlas en cuenta: la realidad que vivimos lo hace imprescindible. Después de tanto tiempo de tanto hacer pensando sólo en los aspectos materiales hacia beneficios sólo económicos, llegamos hasta aquí, con serias dificultades sistémicas que no podemos negar. 

No se trata de no buscar beneficios financieros se trata de que no se puede alcanzarlos más descuidando las consecuencias. Observar, medir, regular y modificar los efectos en todos los ámbitos, nos hará más mejores... a todos, en todas las dimensiones. Por eso, las nuevas economías que desde distintas ideologías, miradas, posicionamientos y puntos de vista, nos invitan a modificar nuestras conductas humanas,  productivas y consumistas: la Economía del Bien Común, la Economía Circular, la Economía Azul, La Economía social y Solidaria, las Empresas B, etc. La Resiliencia Ecosistémica considera esencialmente a esta necesidad de replantear la producción y el consumo desde estas renovadas posturas, que son más que posturas, son valores en acción. 

Por eso desde Espacio R Tramas, se pone tanto énfasis en los insumos utilizados al entretejer, para que desde nuestras tramas se propicie un consumo responsable, valorizando los materiales utilizados y revalorizando el trabajo que lleva producirlos y utilizarlos como insumos. No tejemos con cualquier hilado comprado en cualquier comercio. Reciclamos lanas acrílicas tejidas anteriormente en otras prendas que no se usan más para no volver a comprar hilados nuevos que en su fabricación implique el uso de petróleo y otros elementos que eleven la huella de carbono y el sobre uso de recursos naturales escasos o no renovables.   

Por eso buscamos hilados naturales y producidos agroecológicamente... y los encontramos. Entre ellos compramos y recibimos el algodón NO¨OXONEC - ALGODÓN DE FRONTERA

"En la Provincia del Chaco, desde el año 2017 un grupo de familias Qom de Pampa del Indio y Pcia. Roca, incorporaron a sus chacras la siembra de algodón, sin uso de agrotóxicos; allí nace la experiencia "NO¨OXONEC-ALGODÓN DE FRONTERA" con el objetivo de producir en forma amigable con el ambiente, fomentar la agroecología y lograr que el agregado de valor sea 100% chaqueño." https://nooxonecalgodondefrontera.blogspot.com/

"Desde Campo Alto, El Asustado, pasando por Pampa del Indio hasta La Leonesa y Las Palmas, iniciando la 6ta. campaña consecutiva de producción de algodón y alimentos en sistemas agroecológicos, de la mano de la Asociación de Pequeños Productores del Chaco (APPCh) y la Fundación Carrillo, varias familias agrupadas en organizaciones sociales locales o en forma individual o comunitaria continúan defendiendo la tierra, nutriendo los suelos, multiplicando y preservando las semillas, en cada campaña."       https://www.instagram.com/reddesaludchaco/


Así se siembra y se cosecha con una postura comprometida y consecuente con el ambiente, entrecruzando desarrollo humano integral, agroecología y cultura... se entretejen lazos para producir hilados, telas y prendas pero también arte:

""El salvaje e irreverente algodón Agroecológico" "NO¨OXONEC -ALGODÓN DE FRONTERA"se mezcló con @diego_gon.tierra_quemada y de las manos de Diego nacieron estas bellísimas piezas de cerámica. ✨”Es un pequeño tributo a nuestro algodón “ ✨fueron sus palabras. Las piezas las presentó en @feriapurodiseno. Es una alegría inmensa para nosotros compartir estos lazos que crea la cultura agroecológica 🌾 Toda la experiencia No”oxonec es gestionada y llevada adelante por @reddesaludchaco 🌾Si quieres colaborar podes difundir la experiencia y/o adquirir los HILOS y CINTA del algodón producido de forma agroecológica . Agradecemos tu apoyo". https://www.instagram.com/p/CkrNrPYM3zJ/


"🌾El es Jorge Esteban, agricultor. Estás fotos las tome en uno de los primeros viajes donde acompañe a @reddesaludchaco a las charcas donde se cultiva el algodón agroecológicos con base campesina . Esteban trabaja la tierra junto a su familia. Primero recuperando los suelos , con una mirada ecosistémica. Para poder plantar además del algodón, verduras , hortalizas y frutales que serán parte de su alimento. 🌾La Agroecologia nos brinda un dialogo de saberes donde se fortalecen los procesos participativos de la gente productora. Da sentido de pertenencia.🌾Estoy aprendiendo a ver la agricultura agroecológica cómo una cultura (no solo una forma de producción). 🌾La cultura se construye en articulación y en diálogo con otros. 🌾Entendiendo que la alimentación no es un producto comercial , es un derecho. 🌾Donde la naturaleza forma partes de enteros relacionados . Poder salirme del pensamiento lineal para respetar los procesos. 🌾En ese primer viaje no imaginaba toda la vida latente, salvaje y hermosa en la que iba a sumergirme. Creo que fuimos hechos del polvo y toda esta experiencia me conecta con mi esencia misma ✨🙏 🌾Experiencia No”Oxonec Algodón de frontera." Mariana Acevedo. https://www.instagram.com/mariana.acevedo/




Por todo esto que expresan estos textos, sus actores y sus protagonistas y porque la #ResilienciaEcosistémica implica a la #Agroecología, al #TripleImpacto y al #ConsumoResponsable... creemos en la #resiliencia... creo en la #resiliencia, creo de creer y creo de crear.